Hace apenas dos
semanas, pudimos ser espectadores de unas nuevas y sorprendentes elecciones en
Islandia, pero ojo, sólo sorprendentes desde nuestro punto de vista, porque en
este país nórdico han vuelto a ganar los de siempre, la derecha. Derecha que
gobernó durante décadas y que ostentaba el gobierno cuando Islandia se vio
envuelta en la bancarrota, ha vuelto al poder tras un breve paréntesis de 4
años, es decir, el pueblo islandés, ha vuelto a votar a los mismos que los
llevaron al desastre económico.
Así, Islandia,
aquel país que parecía ser un ejemplo para el resto de naciones en crisis, que
supo echarse a la calle y forzar la caída del gobierno, y que dejó que sus
bancos quebrasen, hoy, se nos muestra también como ejemplo de la mala memoria
que posee el ser humano. Pero no nos engañemos, no sólo de mala memoria vive el
hombre, y es que la memoria tiene la mala costumbre de ser muy selectiva, ya
que muchas veces sólo nos acordamos de lo que nos interesa, y el resto lo
olvidamos.
Entonces ¿Por
qué votar de nuevo a los mismos partidos que te llevaron a la bancarrota hace
tan sólo 4 años, cuándo no proponen más solución que volver al sistema
anterior?
Pues por que
parece que no aprendemos, los islandeses, como también la mayoría de nosotros,
no nos volvamos a engañar, todavía añoramos la época anterior a la crisis
económica, cuando aspirábamos a comprarnos un adosado y conducir dos coches
mientras abusábamos de la tarjeta de crédito en los centros comerciales, y es
eso precisamente lo que a ellos y a nosotros se nos promete, volver a crecer…
¿Pero no hemos
aprendido nada estos años de crisis? ¿No nos hemos dado cuenta que el problema
no es la mala gestión? ¿Qué el verdadero problema es el sistema capitalista y
sus insaciable apetito?
Pues no, todavía
no nos hemos dado cuenta que para que nosotros podamos tener dos coches y
tarjeta de crédito, tienen que existir trabajadores como los que murieron en
Bangladesh esta semana…
Todavía, no nos
hemos dado cuenta que la economía no puede crecer eternamente, que debemos
crear un sistema sostenible, y así, todavía, esperamos y aspiramos volver a
tener un coche, una tarjeta, un plasma como el de Rajoy, y un apartamento en la
playa.
Pero el verdadero
problema nos es creer que nos lo va a dar, sino que cuando lo conseguimos o
creemos que podemos conseguirlo, rápidamente nos olvidamos de quien no lo tiene,
ni nunca lo tendrá, por eso, se dan casos como los de Islandia y por eso, y
pese a poder parecer pesimistas, a veces, da la sensación, que sólo podemos
esperar a que ese gigante de pies de barro que es el capitalismo, crezca tanto
que el sólo pierda el equilibrio, el problema, es que va a caer sobre los de
siempre y en vez estar preparados para apartarse, estaremos contando el dinero
que nos falta para comprar un coche nuevo
Y es que el ser
humano, como no para de demostrarlo, es el único animal que tropieza 2, 3 y las
veces que haga falta en la misma piedra…
La Oveya Negra
0 comentarios: