Ayer
mismo miércoles 15 de mayo, se cumplieron 2 años del nacimiento del 15-M, un
movimiento que no ha dejado indiferente a nadie, ni a detractores ni a
partidarios, por lo que el pasado fin de semana se celebraron multitud de
manifestaciones y actos en decenas de ciudades por toda la península, y es que
sobre el 15-M se han escrito, en estos dos últimos años, gigantescos ríos de
tinta que han dado vida a incontables libros, artículos, entrevistas, noticias,
documentales, y por supuesto, su segundo aniversario, era la excusa perfecta
para continuar con esa labor. Así, esta semana hemos podido leer y ver cientos
de artículos y noticias en las que, aparte de narrar lo que sucedió el pasado
domingo, se intenta juzgar y valorar el estado de forma del movimiento de los
indignados, es decir, ¿se puede dar por muerto al 15-M? o, ¿el movimiento ha
demostrado estar más vivo que nunca?
Esa
es la tesitura que muchos pretenden mostrarnos a través de sus artículos,
señalándonos la situación presente y la viabilidad futura del movimiento 15-M, unos,
esperanzados, lanzan elogios al movimiento y a las manifestaciones del pasado
domingo, y otros, por desgracia también esperanzados, ven al movimiento
estancado y convertido prácticamente en un cadáver. Los primeros lo animan a
continuar por el mismo camino, y los segundos, le recriminan todo lo que aun no
ha hecho, o no ha conseguido.
En
la Oveya negra
no vamos a entrar en ese juego, no creemos que se trate de juzgar lo que se
halla hecho bien o mal en estos dos últimos años, y es que muchas veces basta
con hacer, con estar en la calle protestando, con estar en Internet informando,
o con estar en la radio, como nosotros, trabajando por que el movimiento haga.
Por que la única manera de morir, es no hacer…Ese es el gran problema que nos
encontramos muchas veces, el de no dejar hacer, es decir, el de no permitir
hacer porque se hace diferente, ese fue uno de los mayores obstáculos que se
encontró el 15-M desde sus inicios, pero también es una de sus mejores virtudes
Y
es que nos da igual que al 15-M se le considere muerto o vivo, su gran objetivo
ya lo consiguió hacer realidad en sus primeros días de vida. El 15-M fue un
germen que dejó en todos nosotros una huella, por eso, el 15-M, el Occupy Wall
Street, el Yosoy132 en México y todos los movimientos de los indignados que
aparecieron en multitud de países, han inaugurado un nuevo proceso histórico
que se ha visto especialmente plasmado, esta vez, en los movimientos sociales,
y esa huella se ve, fundamentalmente, en las cosas pequeñas del día a día, así,
hace también 2 años que los integrantes de la Oveya negra se conocieron participando en el 15-M…dos
años, que a veces parecen 10 y otras, apenas unos meses, pero que sea como sea,
aquí estamos, haciendo, y aportando nuestro granito de arena al cambio que
todos necesitamos, y que comenzó a tomar cuerpo la primavera del 2011
La Oveya Negra
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