Las últimas declaraciones de políticos del PP, que se suman ya a una larga lista, en donde destaca aquel “que se jodan” dirigido a los parados en el propio congreso de los diputados, hace que uno se pregunte de que pasta están hechos,
y es que se hace difícil ver y entender como alguien puede banalizar de
esa forma con el nazismo y con el hambre y necesidad que están pasando muchas
familias como está haciendo estos días la señora de Cospedal.
Pero es que vivimos en un mundo en donde todas las personas no valen lo
mismo, unos pitos y unas pegatinas en un portal de un político merecen más
condena que la expulsión por la fuerza y con violencia de muchas familias que
se quedan directamente en calle. Sufren más los hijos de los políticos al
escuchar esos silbatos, que los de lo desahuciados al ver como derriban la
puerta de su casa y son arrastrados ellos mismos y sus padres hasta la calle.
Pero este doble rasero se aplica en muchos otros casos de injusticia
social y es que mientras en EE.UU. morían tres personas en una serie de
atentados en Boston, más de 30 fallecían también en Somalia por las mismas
causas o, este mismo martes, 11 inmigrantes se ahogaban en el estrecho intentado
llegar a Europa, sin embargo, todos los focos de atención se centraron en
EE.UU, los periódicos, telediarios y boletines informativos abrieron con esta
noticia, mientras se ignoraba o se relegaba al final del informativo o a las
últimas páginas de los periódicos, las otras dos noticias, pese a que el número
de fallecidos era mayor.
¿Por qué este doble rasero? ¿Por qué algunos problemas o cuestiones son
más relevantes para nuestros políticos y medios de comunicación y otras, que
pueden ser mucho más importantes, apenas generan interés?
Por una sencilla razón, al sistema le interesa no hacer visibles algunos
problemas, como la situación del continente africano o el drama de los
desahucios, y en cambio quieren potenciar otros, como el terrorismo, por sus
propios intereses. Y es que el miedo es
el mejor arma de manipulación que el sistema utiliza para mantenernos
controlados y justificar después así, sus actos, ya sean nuevas guerras o más
recortes, de ahí que busquen rápidamente desacreditar a la PAH utilizando calificativos
como terrorismo o nazismo, y de ahí esa imperiosa necesidad de EE.UU de
mantener viva la llama del terrorismo como una amenaza real a su territorio.
No debemos hacerles el juego ni a los políticos ni a los medios de
comunicación, el drama que vive Europa no es por culpa del nazismo ni del
terrorismo, y sí es culpa de un voraz capitalismo que nos arrebata el trabajo y
nos echa de nuestras casas, y el drama que vive el mundo, especialmente África,
tampoco es el del terrorismo, es el del hambre y la injusticia, provocado por
el mismo capitalismo asesino que necesita esquilmar estos lugares para
satisfacer sus necesidades, y que no debemos olvidar, provoca, que cada seis
segundos muera un niño de hambre en el mundo.
La Oveya Negra
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