Ya pasaron las navidades y después de esa pausa de buenas
intenciones, a base de tarjeta de crédito, como no podía ser de otra forma,
volvemos otra vez a la situación de siempre, y es que ya pasó la época de
desear lo mejor a nuestros familiares y amigos a base de regalos y comilonas. Ahora
toca, de nuevo, y hasta el año que viene, una gran comilona de cruda realidad y de primer plato tenemos al
paro, la UE nos recibe el año diciéndonos que en España existen 6,1 millones de
parados, el 26% de la población activa, cuando la media que da para el resto de
países es del 9%. Es más, eso quiere decir que un tercio de las personas en
desempleo de toda la zona euro son españoles…, ni griegos, ni portugueses, ni
italianos…, españoles, es decir, 1 de cada 3 parados de los países con el euro
como moneda, son españoles…
Pasemos al segundo plato que tenemos AVE, y que aunque tenga
muy buena pinta, está igual de crudo que el primero de los platos y es que ya
se sabe, se come más con la vista que con otra cosa, y la inauguración de un
nuevo tramo del AVE en Catalunya, es eso precisamente, comer con la vista. Poco
hablan de la utilidad y rendimiento real de estas grandísimas inversiones, ya
que sólo el tramo Barcelona Girona nos ha costado 3.700 millones de euros a lo
que se suma, que para mantener un kilómetro de línea de AVE, nos cuesta de
media cien mil euros al año, y con 2.900 km de vías, nos podemos imaginar el
precio al que nos sale este segundo plato, pero para quitarnos el mal sabor de
boca que nos dejó estos dos primeros platos, los medios de comunicación
haciendo un favor impagable a los políticos, nos ofrecen el postre y para ello
no paran de hablarnos del nuevo balón de oro de Messi, ycomo todo buen postre,
sabe muy bien, pero va directamente a las cartucheras y carece totalmente de
cualquier clase de vitaminas, vamos que llena pero no alimenta. Y llena tanto
que estamos empezando a tener una gran indigestión y cuando todo esto salga,
por donde suelen salir esas cosas, va a poner la cocina guapa.
Pero recordar, que se nos está acabando con que limpiarla,
ya casi no queda ni educación, ni sanidad, ni siquiera derechos laborales, y en
una cocina sucia ya no se puede cocinar.
Desde la oveya negra, entendemos, que ya no nos queda mucho
tiempo y ya no podemos delegar la responsabilidad en nadie, o cuidamos nosotros
de nuestra alimentación, o no va a cuidarla nadie.
La Oveya Negra.
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