• Los movimientos sociales también evolucionan


    Manifestación 15M "unidos por un cambio global" 15 octubre 2011 (Mieres)
     Allá por 1789 aparece por primera vez en escena, en el teatro de la vieja Europa, una nueva fuerza social que viene a ocupar el lugar más alto de la escala social, no solamente para quedarse, sino que también para desplazar a las viejas y obsoletas clases dirigentes del Antiguo Régimen. Es la burguesía francesa harta de esperar su momento la que decide dar un golpe de mano. Así, después de 1789 nada volverá a ser igual.

    Pero esta burguesía francesa era incapaz de representar la obra por si sola, por lo que entran en escena los sans-culotte (los que después serían llamados la pequeña burguesía), taberneros, tenderos, artesanos..., muy numerosos en el París de la época, que lucharon a favor de la gran burguesía, con la que aspiraban poder, algún día, compartir papel en esta representación.
    Pero la escena cambio de acto, y surgió un nuevo actor social: el movimiento obrero. Este, posee conciencia de si mismo, conciencia de clase, con reivindicaciones y objetivos propios, lo que hizo cambiar el argumento de la obra, y generó un duro rival a la gran burguesía capitalista. Sin embargo, si volvemos al acto del presente, esta burguesía, ya hace tiempo que ganó la batalla y se quedó sin un rival digno de su oratoria e interpretación, que fuese capaz de hacerle sombra en el escenario.
    ¿Qué nos queda hoy como defensa ante los continuos ataques de esta clase social y el sistema capitalista que defiende y representa? Nada, si, si, ya nadie sabe realmente que hacer, ni tampoco como parar o simplemente amortiguar estos ataques a la gran masa de la población. La creencia en viejas formulas de organización social, mal llamadas utópicas, ya no tienen casi seguidores, y han perdido la capacidad de ilusionar que antaño poseían.
    Según fueron perdiendo peso este tipo elementos, dentro del guión de la cohesión y movilización social, el capitalismo, fue acaparando sus frases y escenas, y así el consumo y el culto a la imagen se convirtieron en los actores estrellas, y la sociedad se transformó por completo.
    En esta nueva sociedad transformada por el capitalismo, aparecieron nuevas escenas y actores, que a su vez, generaron nuevas necesidades y preocupaciones; la ecología, la inmigración o la libertad sexual, se convierten en argumentos de gran interés y preocupación. Esto genera nuevos actores, movimientos sociales con nuevos métodos y objetivos, y especialmente una nueva tipología de participantes y partidarios.
    Sin embargo estos nuevos actores no tienen, como si lo tenía y tiene el movimiento obrero, unos objetivos que busquen un cambio real, verdadero y duradero en la sociedad. No tienen intención de cambiarla, sólo de reformarla en el ámbito que les afecta como colectivo (movimiento feminista o homosexual), o como una mejora de nuestras condiciones de vida (ecología o socialización de inmigrantes), pero no realizan un verdadero ataque al sistema. Un caso singular fue el movimiento anti-globalización, que tras unir fuerzas con muchos y muy variados colectivos, si pretendió atacar al sistema en si. Sin embargo parece haber desaparecido, ¿o es que simplemente a evolucionado y no lo reconocemos con el nuevo atuendo que requiere ahora su papel en esta obra?
    Si la energía e ilusión que antes reseñábamos, y que generan los movimientos sociales, funcionase como la energía física, es decir, que ni si se crea ni se destruye, se transforma, se podría afirmar que hoy en día esta energía e ilusión se ha transformado en indignación. Un nuevo acto para esta obra sin terminar.
    La indignación que empezó a tomar forma a partir del acto 15, debe ser el principio de un gran cambio, de la creación de un nuevo panorama social. El 15m afirma, que ya no quiere escuchar a partidos y sindicatos, que ahora quiere escucharse a así mismo, como ya hicieran tiempo atrás los obreros en las fábricas, al no querer escuchar más a sus patronos y al buscar a sus representantes entre los de su condición.
    Ahora que la globalización, el mayor agente que jamás existió para la expansión del capital, a transformado el escenario mundial hasta tal punto que se ha hecho casi irreconocible, se necesitan nuevas formas y perspectivas de ver las cosas. Nuestro mundo ya no es el mismo, no podemos seguir mirándolo con los mismos ojos, pero tampoco debemos olvidar lo que antes vieron.
    El 15M es un movimiento social, al estilo del resto de actores contemporáneos, como lo son los movimientos ecologistas o feministas (donde también tuvieron cogida), pero que tiene unas intenciones de cambio mucho más globales, como el movimiento anti-globalización, pero a diferencia de este, el 15M, si está de manera permanente en la calle de muchas ciudades de este país y de algún otro.
    A nuestro parecer el 15m podría suponer un paso más en la lucha contra el capitalismo, quizá el mayor dado en los últimos años dentro de los movimientos sociales contemporáneos, debido a su gran repercusión y difusión, que no debe estancarse y debe evolucionar. Pero a la vez que evoluciona debe mantener su espíritu inicial, debe mantenerse libre de la dirección de partidos y sindicatos, debe mantener sus estructuras libres de líderes y banderas, tan fácilmente manipulables por los medios de comunicación de masas. En definitiva, debe ser lo que quiera, pero debe evitar traicionar sus inicios para así poder evitar repetir fórmulas y métodos a los que el capital y la burguesía ya se han enfrentado y vencido, y que estarían encantados que el 15m, o cualquier otro movimiento social, repitiera.

    Un saludu, La Oveya Negra

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