• La infancia de una Re-evolución

    Desde la revolución islandesa, la primavera árabe, la crisis griega y el 15m español, el mundo parece haber estallado en un grito de protesta social, emitido por un pueblo que parece haber rejuvenecido.
    La revolución islandesa, fue un movimiento directo en contra de la política económica de sus gobernantes, con un fuerte rechazo a pagar la deuda contraída por los bancos del país ante los mercados y bancos internacionales, principal causa del estallido de las protestas.
    La primavera árabe, nos fue presentada como una búsqueda de los pueblos del norte de África de la democracia occidental, de ahí su gran apoyo mediático. Unas protestas dirigidas directamente contra los dictadores de esos países, convirtiéndose así, sus destituciones, en la principal reivindicación de estas protestas

    La crisis griega, es un pueblo que se defiende ante los continuos ataques de los mercados y la UE, principal causa y objetivo de sus protestas, que poco o nada pueden hacer ante los omnipotentes tutores de la economía mundial.
    Estas revoluciones, muy diferentes entre si, y con causas y consecuencias muy dispares, crearon el clima de indignación necesaria, como una última gota que hace rebosar el vaso de la indignación, para sacar a millones de personas a la calle las primeras semanas después del 15 de mayo. Pero no en grandes manifestaciones o protestas sociales, sino principalmente, en asambleas espontáneas, en las calles, donde se hablaba y discutía, todos y entre todos. No se protestaba por algo concreto, los lemas que se esgrimieron, ya desde la manifestación del 15 de mayo, eran muy genéricos y dispares, y tampoco existió ningún hecho relevante los días previos, que hiciese preveer esta situación, a todos nos pilló por sorpresa.

    El 15m español, presentó ante el mundo, una nueva forma de hacer las cosas, cosas tan viejas como hablar de política, desde abajo y en la calle; sin tutores, ni partidos ni sindicatos; sin medios de comunicación, desde la difusión por Internet; en multitudinarias asambleas, sin división por edad, género, religión o clase social. No se pedía a nadie que trabajase por nadie, se trabajaba desde la calle, entre todos y se discutía entre todos, y finalmente se exigía lo que es nuestro por derecho: vivir dignamente, seas quien seas y vivas donde vivas.
    Este fue el espíritu que rápidamente empezó a expandir por toda España y luego por el mundo. Pero esta vez, si se van a repetir los modelos de actuación españoles. La acampadas se convierten en ejes centrales de las protestas, sobre todo al inicio de estas (Israel, Occupy Wall Streetk,...), son movimientos totalmente pacíficos, se usan lemas al estilo del 15m español (Somos el 99%), todos se declaran libres de ideologías preestablecidas o de representar a ningún partido u organización, son el pueblo hablando como pueblo sin banderas o símbolos.
    Esta es una situación nueva: el pueblo está intentando dejar de usar intermediarios en sus declaraciones. ¿Qué pretende con ello? ¿Quiere evitar manipulaciones o falsos discursos populistas? o ¿Simplemente se ha hartado de que su voz sea usada y maltratada como justificación de las acciones de todos los partidos políticos del signo que sea, y a decidido hablar por si mismo?

    Es difícil saberlo, lo que si está claro es que el 15m representó un nueva forma de hacer las cosas, al margen del sistema y por el pueblo. Pero es un inicio, y como cualquier joven se equivoca y es fácilmente manipulable. La inocencia e inexperiencia, que el 15m mostró en sus primeras semanas de vida, le está condicionando su paso a la vida adulta, es decir, a la convivencia del día a día dentro del panorama político y social, una vez pasado el boom inicial de movilizaciones y atención mediática.

    Así, el movimiento, tiene miedo a emanciparse, a andar por el camino de la falta de movilización ciudadana, de una represión que ahora si, es sin la protección mediática. ¿Y que sucede entonces en el movimiento? Pierde miembros activos a pasos agigantados y se escuda, por ello, en las viejas, por anteriores al 15 de mayo, organizaciones políticas de lucha social de izquierdas. Estas, al principio eran un colectivo más que había formado parte del 15m y que ahora, ante la disminución de participantes, componen a la mayoría de sus miembros, convirtiéndose así, poco a poco, en la voz de la experiencia del movimiento, tutelando sus acciones. Esto provoca, una adopción de discursos, métodos y objetivos en consonancia con los de estas organizaciones políticas. Esta situación, a medio plazo, provocará una identificación de ambos ámbitos, haciendo desaparecer la personalidad inicial del 15m.

    Y así, nos encontramos ante una situación que se repite en muchos hogares españoles, un hijo cuando es niño y adolescente genera sobre él muchas expectativas e ilusiones, ¡Qué guapo es mi niñ@ si no es model@, que estudie para abogad@, médic@ o ingenier@!, halagos que acepta sin rechistar.
    El problema viene, cuando ese hijo se tiene que enfrentar a la vida real el sólo, decisión que se suele dilatar cada día más en el tiempo. En este caso, como en muchos otros, los tutores, dudan seriamente de la utilidad de tal independencia, escudándose en las malas compañías, ya que ellos son poseedores del verdadero discurso y todo lo que sea escuchar a otros, es salirse del camino. Y el hijo, viendo el panorama que le espera, prefiere escudarse en ellos, ante el más que seguro golpe que supondrá su vida en solitario.
    Así, el hijo, cada día más influenciado por sus tutores, decide mantenerse en la caverna que supone la tranquilidad del hogar familiar, ¿Hasta cuando?
    Un saludo, La Oveya Negra

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